Aunque no sea agradable decirlo, todos envejecemos y nuestros amigos de cuatro patas no son una excepción, aunque las modernas técnicas de cría y la evolución de la medicina veterinaria en los últimos veinte años, paralelamente a lo que ocurre con los humanos, han nos hemos asegurado de que la vida media de nuestros perros haya aumentado considerablemente (nunca tanto como nos gustaría).
Desafortunadamente, este fenómeno ha hecho que surja una nueva patología canina, la demencia senil (CCD, CDS, DSC o SDC si lo prefiere).
La unidad funcional del cerebro está formada por neuronas que lamentablemente son células con muy poca capacidad regenerativa y la imposibilidad de ser reemplazadas, no hace falta decir que una mayor duración de la vida media va acompañada de una mayor frecuencia de patologías degenerativas de este órgano.
Pero ojo, no debemos caer en el error de entender la demencia senil como un proceso normal de envejecimiento cerebral, sino más bien como una forma patológica polifactorial.
Las principales causas, estrechamente relacionadas entre sí, de este síndrome son:
- Alteraciones vasculares (arteriosclerosis, mini accidente cerebrovascular, accidente cerebrovascular, vasculitis)
- Estrés oxidativo
- Proteínas neurotóxicas como las amiloides
La acumulación de sustancia amiloide en el cerebro altera la comunicación sináptica entre las neuronas y con el tiempo conduce a su degeneración prematura.
Todo ello conduce a la aparición progresiva de síntomas neurológicos que, en una primera fase, suelen ser confundidos por los propietarios con signos habituales del envejecimiento y que, con el avance de la enfermedad, asumen una gravedad difícil de malinterpretar.
- Pérdida de memoria
- Alteraciones de comportamiento (el perro se niega a socializar con sus congéneres y con los humanos)
- Cambios sensoriales (pérdida de visión, audición, olfato y gusto)
- Aparición de desorientación incluso en entornos conocidos
- Evacuación inadecuada (empiezan a ensuciarse incluso en la casa)
- Alteración de la relación con los propietarios (obedece de mala gana y a menudo los ignora)
- Aparición de conductas compulsivas y estereotipadas (recorriendo obsesivamente los mismos caminos, vocalizaciones sin motivo aparente, gestos paroxísticos…)
- Disorexia
- Disminución de la actividad física e interés por ella.
- Ritmo alterado día-noche (dormir durante el día y luego deambular sin rumbo fijo por la casa por la noche)
- Incapacidad para reconocer lugares y personas conocidas
- No responder a los estímulos externos.
Estos son solo algunos de los síntomas (sin ningún orden en particular) que pueden aparecer durante esta patología y no es del todo cierto que todos los perros mayores se vean afectados por la demencia y no es igualmente cierto que todos los enfermos se ven afectados de la misma forma, incluidos los factores predisponentes de este síndrome encontramos:
- Edad (obviamente)
- Problemas vasculares como hipertensión.
- Dietas desequilibradas (exceso de grasas, deficiencias vitamínicas, etc.)
- Enfermedades metabólicas como diabetes y enfermedad de Cushing.
- Mala estimulación psicofísica
La identificación de la mayoría de las principales causas predisponentes de esta enfermedad da la posibilidad de derivar un plan preventivo funcional para la misma.
No pudiendo hacer nada contra la edad avanzada y esperando poder identificar y tratar rápidamente cualquier patología metabólica y vascular, lo que ciertamente podemos y debemos hacer es
- Asegúrese de proporcionar la mejor dieta posible para nuestro pequeño amigo.
- Esforzarse para que nuestro perro tenga una vida plena y estimulante desde el punto de vista físico y mental.
La dieta de un perro no solo debe ser equilibrada sino que, dependiendo de la etapa de la vida en la que se encuentre, tendremos que utilizar piensos para cachorros, adultos o ancianos (en caso de que hayas optado por una dieta casera o BARF dependerá de nuestra nutricionista de confianza prevén la corrección de adiciones).
Una actividad física sana y constante y el uso de juegos siempre diferentes y que requieren una alta interacción con el propietario así como un alto nivel de activación cerebral, incrementarán las posibilidades de tener una vida larga y mentalmente despejada.
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Diagnóstico
Si a pesar de todos nuestros esfuerzos notamos la aparición de alguno de estos síntomas, será mejor acompañar a nuestro anciano a una visita de control a nuestro veterinario de confianza.
La identificación de la demencia senil se produce inicialmente mediante la eliminación de toda una serie de patologías que pueden tener algún síntoma en común (diabetes, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, patologías vasculares, tumores, etc.), una vez realizados todos los análisis necesarios, no habiendo Encontré una causa alternativa, personalmente siempre pido la opinión de un colega experto en neurología.
Una vez confirmado el diagnóstico es posible establecer un plan terapéutico que, dependiendo de la forma y estadio de la enfermedad, puede resultar en una regresión de los síntomas de leves a muy importantes.
Terapia
El tratamiento de la demencia senil en perros así como el uso de fármacos, incluidos algunos que actúan sobre la microcirculación con el objetivo de mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación cerebral y el uso de complementos específicos que contrarresten el estrés oxidativo mejorando funcionalidad a nivel neuronal, requerirá un mayor compromiso por parte de los propietarios que tendrán que preocuparse por incrementar los estímulos psicofísicos a los que es sometido su anciano con paseos al aire libre y el uso de juegos que estimulen la memoria y el uso de todos los sentidos.
Nuestro médico de confianza con el apoyo de un neurólogo y un conductista podrá establecer un plan de tratamiento adecuado.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los signos de la demencia en los perros?
Los síntomas de la demencia en perros pueden incluir:
- Trastornos del sueño
- Ansiedad
- Disorexia
- Actitudes compulsivas, estereotipadas o paroxísticas
- Inversión del ritmo día-noche
- Vocalizaciones inapropiadas
- Desorientación
- Alteraciones de las interacciones sociales.
¿Cuánto tiempo puede vivir un perro con demencia senil?
La respuesta puede variar enormemente dependiendo de muchos factores, como la precocidad y corrección del diagnóstico, la oportunidad y atención en el tratamiento de la enfermedad, así como el grado de regresión de los síntomas en respuesta al tratamiento.
En promedio, un perro diagnosticado con demencia senil avanzada sobrevive un par de años.
¿Qué se puede hacer por un perro con demencia senil?
La terapia se aborda en varios frentes, se utilizan fármacos para frenar la progresión de la enfermedad y otros para mejorar la microcirculación cerebral, complementos alimenticios que combaten el estrés oxidativo y mejoran la función neuronal y un aumento de la estimulación psicofísica del sujeto a través de juegos y actividades al aire libre.
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2024-11-21
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