Trastornos neurológicos en gatos: causas, síntomas, pronóstico y tratamiento

 

 

 

Trastornos neurológicos en gatos: causas, síntomas, pronóstico y tratamiento

gato en el veterinario


Ya se trate de problemas de equilibrio, dificultad para caminar, temblores o convulsiones, los problemas con el sistema nervioso de un gato pueden ser aterradores. En este artículo, aprenderá qué partes del cuerpo de un gato pueden verse afectadas por una enfermedad neurológica, 5 trastornos neurológicos comunes en los gatos y sus causas, y algunas preguntas frecuentes.


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¿Qué son los trastornos neurológicos en los gatos?


gato mirando triste

 


Las enfermedades neurológicas afectan el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso y causan una variedad de síntomas.


Un trastorno neurológico es algo que afecta el sistema de conducción nerviosa del cuerpo. Esto abarca principalmente el cerebro y la médula espinal, pero también puede incluir nervios que también interactúan con otras partes del cuerpo, como los músculos.


Hay muchos tipos de trastornos neurológicos en los gatos con muchas causas diferentes, que afectan a diferentes partes del cuerpo. Algunos trastornos provocan signos y síntomas clínicos en más de una parte del cuerpo. También puede llevar a que dos gatos tengan la misma enfermedad neurológica y muestren signos de enfermedad muy diferentes.


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5 trastornos neurológicos más comunes en gatos


Este artículo cubrirá cinco de los trastornos neurológicos más comunes en los gatos. Algunas son categorías más amplias, otras son más específicas. Todos pueden tener más de una causa subyacente.


Dos gatos con la misma enfermedad pueden tener enfermedades de aspecto muy diferente, y dos trastornos diferentes pueden causar los mismos signos de enfermedad. Algunas enfermedades en los gatos pueden parecer neurológicas, pero en cambio tienen una causa diferente.


Este artículo pretende brindarle conocimientos generales, pero no pretende ayudar en el diagnóstico de ninguna afección en particular. El diagnóstico de enfermedad neurológica siempre debe ser responsabilidad de su veterinario.


#1 tumores cerebrales


gato presionando su cabeza contra la pared


Los cambios en el comportamiento y la mentalidad son comunes con los tumores cerebrales.


Un tumor cerebral es una masa de tejido anormal que se desarrolla en el cerebro del gato. En muchos casos, se trata de un crecimiento canceroso que se origina en uno de los tejidos del propio cerebro. El tipo más común de tumor cerebral canceroso en los gatos se llama meningioma. Un glioma es otro tipo.


Los crecimientos cerebrales también pueden ser no cancerosos, en el caso de masas inflamatorias o infecciones parasitarias.


Síntomas: Las convulsiones son comunes y ocurren cuando una señal anormal se amplifica en el cerebro, causando hiperactividad. Los eventos pueden incluir convulsiones completas con pérdida del conocimiento, convulsiones, sialorrea, micción y defecación. También se pueden observar convulsiones focales más sutiles, que pueden sentirse como espasmos o temblores mientras el gato aún está despierto. Los cambios en el estado mental y el comportamiento de un gato también pueden ser comunes.

 


Diagnóstico: un veterinario puede suponer que hay un tumor cerebral presente si parece haber convulsiones, especialmente en un gato mayor. Aunque un tumor cerebral se puede ver a cualquier edad, el riesgo es mayor en gatos mayores de 10 años. El diagnóstico preciso de un tumor cerebral requiere imágenes por resonancia magnética (IRM). Los rayos X rara vez se usan para evaluar el cerebro, y muchos gatos no tendrán anomalías en los análisis de sangre. Sin embargo, estas pruebas de diagnóstico pueden ser útiles para descartar otras causas de enfermedad.


Tratamiento: El tratamiento dependerá de los signos de enfermedad observados y de la precisión del diagnóstico. El tumor cerebral meningioma en gatos se puede extirpar quirúrgicamente. Los gliomas también pueden serlo, pero son más difíciles. Estas cirugías suelen ser realizadas por un médico veterinario o especialista en neurología.


Si no se puede extirpar el tumor, se pueden controlar los síntomas. Un gato con convulsiones se puede controlar con medicamentos anticonvulsivos. Los más comunes incluyen fenobarbital y levetiracetam (Keppra). A los gatos que muestran cambios de comportamiento se les pueden recetar antidepresivos o ansiolíticos como la fluoxetina. La gabapentina también se puede usar tanto para el comportamiento como para el dolor y tiene una actividad anticonvulsiva leve.


Pronóstico: los gatos a veces pueden beneficiarse de la atención médica si tienen un tumor cerebral, pero siempre existe la preocupación de que el tumor continúe creciendo. Los gatos con meningiomas que se extirpan quirúrgicamente pueden tener un excelente pronóstico a largo plazo, porque estos tumores cerebrales se encuentran más en la superficie del cerebro y se pueden extirpar más fácilmente. Los gliomas y otros tipos de tumores que residen más profundamente en el cerebro tienen un pronóstico menos favorable y, a menudo, requieren tratamiento médico continuo.


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#2 Epilepsia idiopática


gato que muerde mosca


Pisotear o masticar algo que no está allí se llama ‘morder la mosca’.


La epilepsia puede ser otra causa de convulsiones en los gatos. El término “idiopático” simplemente significa que se desconoce la causa precisa de las convulsiones. Los gatos con epilepsia idiopática generalmente se diagnostican a una edad más temprana, entre los 6 meses y los 6 años. Para un verdadero diagnóstico de epilepsia idiopática, se deben excluir por completo otras causas de convulsiones, como infecciones o tumores cerebrales, mediante estudios de laboratorio e imágenes de resonancia magnética.

 


Síntomas: como se mencionó, las convulsiones pueden incluir el inicio clásico de convulsiones, hipersalivación y pérdida de funciones corporales. Pero las convulsiones focales, que son más leves y ocurren mientras el gato aún está consciente, también se pueden observar con la epilepsia. Las convulsiones focales pueden incluir contracciones musculares de la cara o las extremidades, temblores, sacudidas involuntarias de la cabeza o tocar o masticar algo que no es visible. Este último signo se denomina “moscas mordedoras”.


Diagnóstico: para diagnosticar verdaderamente un evento de convulsión, se debe conectar un dispositivo llamado electroencefalograma (EEG) para registrar las ondas cerebrales a medida que ocurre el evento. Desafortunadamente, esto a menudo no es práctico porque los eventos epilépticos pueden ocurrir sin previo aviso y no se pueden predecir con precisión. A menudo se recomiendan pruebas adicionales para descartar otras causas de las convulsiones. Esto incluye imágenes de resonancia magnética del cerebro, análisis de sangre generales y pruebas de enfermedades infecciosas y parasitarias.


Tratamiento: La verdadera epilepsia idiopática solo se puede tratar con medicamentos anticonvulsivos. Los dos fármacos más utilizados son el fenobarbital y el levetiracetam (Keppra). Estos medicamentos ayudan a reducir la hiperactividad anormal del cerebro que conduce a las convulsiones. Incluso con medicamentos, aún se puede esperar que ocurra un evento de convulsión algunas veces al año y es posible que sea necesario ajustar la dosis con el tiempo.


Pronóstico: el pronóstico de la epilepsia idiopática en gatos es generalmente bueno siempre que se hayan descartado las causas más graves de las convulsiones y haya una buena respuesta al tratamiento médico. Estos gatos pueden vivir una vida normal en la mayoría de los casos.


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#3 Trastornos congénitos


pequeño gatito blanco


Los trastornos congénitos a menudo se presentan muy temprano en la vida de un gato.


Los trastornos congénitos son aquellos que un gato hereda genéticamente o que se desarrollan muy temprano mientras un gatito aún se está desarrollando en la madre antes del nacimiento. Los más comunes en gatos incluyen hidrocefalia (una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo alrededor del cerebro) e hipoplasia cerebelosa. Esto último ocurre cuando un gato nace con un cerebelo anormalmente pequeño. La causa más común de los dos hidrocefalia y la hipoplasia cerebelosa en gatos es una infección temprana por el virus del moquillo felino, también llamado virus de la panleucopenia felina.


Síntomas: los gatos con hidrocefalia pueden tener una variedad de signos, según la gravedad de la presión del líquido dentro del cráneo. Los signos pueden incluir apatía mental, dificultades para aprender a ir al baño y convulsiones. La forma del cráneo y la posición de los ojos pueden parecer anormales. Un gatito puede tener problemas de coordinación y equilibrio.


Debido a que solo una parte del cerebro se ve afectada, los gatos con hipoplasia cerebelosa generalmente solo muestran anomalías en la coordinación de sus movimientos. Una marcha exagerada hipermétrica o de “paso de ganso” es común. Los temblores de intención, que describen movimientos exagerados cuando se intentan movimientos intencionados como comer, beber o jugar con un juguete, también son comunes.

 


Diagnóstico: Un veterinario puede sospechar fuertemente de estas dos condiciones basándose en un examen físico, la corta edad del gato y las descripciones de lo que los padres de mascotas ven en el hogar. El diagnóstico puede confirmarse mediante tomografía computarizada o resonancia magnética.


Tratamiento: La hidrocefalia puede ser difícil de tratar. Es posible que los casos en los que un gato solo se vea levemente afectado no requieran tratamiento. Si hay suficiente hinchazón de líquido para causar signos anormales de aumento de la presión dentro del cráneo, se pueden usar medicamentos orales, incluidos los corticosteroides, para reducir la hinchazón. En casos severos o aquellos que no responden bien al tratamiento médico, se puede colocar quirúrgicamente una derivación permanente para permitir que se drene el exceso de líquido dentro de la cabeza.


Para los gatos con hipoplasia cerebelosa no existe tratamiento, ya que ya se ha producido la pérdida del cerebelo. Sin embargo, no es una enfermedad progresiva y la mayoría de los gatos pueden adaptarse a su discapacidad.


Ambas enfermedades son causadas por el virus de la panleucopenia felina, que es uno de los componentes de la vacuna FVRCP o “moquillo felino”. La vacunación de las gatas para que el virus no se transmita a los gatitos durante el embarazo es la forma más eficaz de prevenir estas afecciones. Trucos y guías de videojuegos


Pronóstico: para la hidrocefalia, el pronóstico depende de la gravedad de los signos y la cantidad de líquido hinchado en la cabeza. Los gatos mentalmente torpes, ciegos o con convulsiones pueden tener un mal pronóstico sin tratamiento quirúrgico. Los gatos con una enfermedad más leve pueden tratarse con medicamentos. Aunque no existe una cura para la hipoplasia cerebelosa, estos gatos pueden adaptarse a sus discapacidades y vivir sus vidas al máximo con los cuidadores adecuados.


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#4 Enfermedad vestibular


gato con la cabeza inclinada


La inclinación de la cabeza puede ser un signo de enfermedad vestibular.


La enfermedad vestibular se refiere a un problema con el equilibrio y la coordinación. Esto puede ocurrir en el oído interno (llamada enfermedad vestibular periférica) o en el cerebro (llamada enfermedad vestibular central).


Síntomas: los gatos con enfermedad vestibular a menudo tienen la cabeza inclinada hacia un lado y tienen dificultad para pararse y caminar. Pueden tender a inclinarse o caminar hacia un solo lado, o caminar en círculos, en la misma dirección que la inclinación de la cabeza. En la mayoría de los casos, se observa un signo llamado nistagmo, en el que los ojos se mueven repetidamente de lado a lado o de arriba a abajo de forma involuntaria. La enfermedad vestibular puede causar náuseas y falta de apetito.

 


Diagnóstico: La enfermedad vestibular puede tener varias causas. En un gato o gatito muy joven, el virus de la peritonitis infecciosa felina (FIP) es una causa común. Otras causas incluyen infecciones del oído interno, infecciones que ingresan al oído interno y afectan el cerebro y tumores cerebrales. En algunos casos, no se encuentra una causa, en cuyo caso se dice que la enfermedad vestibular es “idiopática”.


Un veterinario puede primero probar una infección de oído con muestras de hisopos de oído. Si se sospecha una afectación del oído interno, se pueden considerar las radiografías del cráneo, pero una tomografía computarizada proporciona mejor información. Se puede considerar una resonancia magnética si se sospecha un tumor cerebral o una infección. No existe una prueba específica para FIP, pero un veterinario puede suponer que es la causa en un gatito joven con enfermedad vestibular con otros resultados de laboratorio.


Tratamiento: las infecciones del oído interno se pueden tratar, pero a veces requieren cirugía además de antibióticos. Las infecciones que llegan al cerebro también se pueden tratar si se detectan a tiempo. El tratamiento de un tumor cerebral u otra causa cancerosa puede ser limitado, pero depende del tipo y la ubicación del tumor. Generalmente, se discuten las opciones de radioterapia y/o quimioterapia. El tratamiento para la FIP aún está en sus inicios y la terapia antiviral no está fácilmente disponible.


Pronóstico: el pronóstico para la enfermedad vestibular causada por una infección del oído interno es bueno y aún puede ser justo con una infección cerebral si se detecta a tiempo. El pronóstico de una enfermedad causada por un tumor u otro tipo de cáncer es generalmente limitado, especialmente en gatos mayores. Aunque los nuevos ensayos de tratamiento antiviral son prometedores, la FIP tiende a progresar rápidamente y siempre conlleva un pronóstico reservado a malo. Algunos casos de enfermedad vestibular idiopática, que tienden a ocurrir en gatos mayores, pueden corregirse en 2 o 3 días. En estos casos, el pronóstico suele ser muy bueno.


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#5 Disfunción cognitiva


viejo gato triste


La disfunción cognitiva puede conducir a cambios de comportamiento en gatos mayores.


Trastorno cognitivo en gatos, también llamada a veces “demencia felina”, se puede observar en gatos mayores. La disfunción cognitiva se considera una condición degenerativa relacionada con la edad. Estos gatos suelen tener más de 10 años y la mayoría de las veces tienen más de 15 años.


Síntomas: los signos pueden variar, pero pueden incluir desorientación, deambular sin rumbo fijo, falta de interés en el juego o los juguetes, no mirar nada en particular durante largos períodos de tiempo, orinar y defecar fuera de la caja de arena y períodos repentinos de vocalizaciones fuertes, a menudo al mismo tiempo. noche.


Diagnóstico: La disfunción cognitiva es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que primero se deben descartar otras enfermedades. Esto a menudo incluye análisis de laboratorio para descartar enfermedad hepática, enfermedad renal, hipertiroidismo y presión arterial alta, y puede llegar hasta una resonancia magnética para descartar un tumor cerebral u otra enfermedad neurológica primaria.

 


Tratamiento: No existe un tratamiento aprobado para gatos, pero se puede considerar un medicamento aprobado para perros llamado selegilina. Una dieta rica en vitamina E y otros antioxidantes puede ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento y puede ser considerada para gatos mayores.


Mantener un entorno propicio también puede ayudar. Para los gatos con deterioro cognitivo, es importante proporcionar un fácil acceso a la caja de arena, con al menos una caja adicional por gato en la casa. Evite hacer cambios en el entorno del hogar que puedan causar confusión.


Pronóstico: la disfunción cognitiva en sí misma no se considera una enfermedad terminal, pero puede generar frustración y dificultad con la atención domiciliaria. Muchos gatos con disfunción cognitiva, debido a que suelen ser de edad avanzada, tienen otras enfermedades o condiciones que también requieren una atención especial.


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¿Se pueden curar los trastornos neurológicos en gatos?


gato en el veterinario


El pronóstico de las enfermedades neurológicas en gatos es muy variable.


Desafortunadamente, no hay una respuesta fácil a esta pregunta, ya que las enfermedades neurológicas en los gatos pueden tener muchas causas diferentes y afectar diferentes partes del cuerpo de diferentes maneras.


A veces la recuperación es posible dependiendo de la causa. Las enfermedades infecciosas, como la toxoplasmosis o las infecciones del oído interno, pueden tratarse con medicamentos si los signos no son demasiado graves. Algunas causas infecciosas, como la FIP, no son muy tratables en la actualidad, pero hay promesas de mejores opciones de tratamiento en el futuro con más investigación.


Algunos casos de enfermedades neurológicas en gatos no se pueden curar, pero se pueden manejar con éxito. Los gatos con epilepsia pueden controlar su trastorno convulsivo con medicamentos y aún pueden tener una excelente calidad de vida. Les chats ayant des problèmes de mouvement ou d’équilibre dus à l’hypoplasie cérébelleuse peuvent toujours vivre une vie bien remplie dans la bonne maison avec les bonnes attentes et les chats souffrant de dysfonctionnement cognitif ont juste besoin d’un peu plus de TLC à la casa.


Lo más importante con las enfermedades neurológicas en gatos es llegar a un diagnóstico en la medida de lo posible. Algunas condiciones pueden simular una enfermedad neurológica, pero un veterinario a menudo puede determinar la diferencia inicialmente con un examen. Llegar a un diagnóstico a partir de ahí puede requerir más pruebas, pero ayudará a garantizar que el tratamiento y otras recomendaciones sean las más precisas.


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Preguntas frecuentes


¿Cómo sé si mi gato tiene un problema neurológico?


La mejor manera de confirmar la presencia de un trastorno neurológico es hacer que un veterinario evalúe a su gato. Muchas condiciones pueden simular una enfermedad neurológica. Por ejemplo, un gato puede tropezar o tener dificultad para caminar debido a la deshidratación o la debilidad.


Esto puede ocurrir con muchos trastornos, no solo neurológicos. Su veterinario realizará un examen neurológico para determinar si existe una disfunción neurológica o si se puede culpar a otra causa.


¿Qué causa los problemas neurológicos repentinos en los gatos?


Hay varias causas de problemas neurológicos repentinos en los gatos. Las infecciones bacterianas o virales, cuando ocurren, pueden conducir a una rápida aparición de la enfermedad. El trauma puede conducir a cambios neurológicos si el cerebro o la médula espinal se ven afectados.


Las infecciones parasitarias, como la toxoplasmosis, pueden ocurrir rápidamente. Algunos gatos pueden albergar un parásito como la toxoplasmosis durante muchos años sin signos de enfermedad hasta que el sistema inmunitario se ve afectado por alguna otra razón, lo que permite que el parásito se reproduzca.


Las enfermedades crónicas también pueden conducir a una aparición aparentemente repentina de signos neurológicos. El daño cerebral, como un tumor cerebral, puede crecer lentamente con el tiempo. El cuerpo de un gato puede tolerar la presencia de un tumor o cáncer hasta alcanzar cierto umbral. Una vez que se supera este umbral y el cuerpo ya no puede tolerarlo, pueden aparecer signos neurológicos.


¿Cuáles son los signos neurológicos de la toxoplasmosis en gatos?


La toxoplasmosis es causada por el parásito protozoario Toxoplasma gondii. En muchos casos, los gatos que han sido infectados con este parásito no muestran signos de enfermedad, ya que su sistema inmunológico controla el parásito.


Pero si el sistema inmunitario se debilita por otra razón, se puede desarrollar toxoplasmosis. Esto puede suceder en gatos jóvenes y viejos. Los signos más comunes de toxoplasmosis son fiebre, falta de apetito y letargo.


Los signos neurológicos pueden incluir tamaño anormal de la pupila y respuesta a la estimulación lumínica, falta de equilibrio y coordinación, movimientos circulares, cambios de comportamiento, dificultad para masticar y tragar, convulsiones y pérdida de la función normal de la vejiga y el intestino.


Ver fuentes


Brooks, Wendy. “Hidrocefalia (agua en el cerebro) en perros y gatos”. Revisado el 23 de abril de 2022. Consultado el 13 de abril de 2023.



“Disfunción congnitiva”. Centro de salud felina de Cornell. Consultado el 13 de abril de 2023.



“Desórdenes neurológicos”. Centro de salud felina de Cornell. Consultado el 13 de abril de 2023.



“Toxoplasmosis en gatos”. Centro de salud felina de Cornell. Consultado el 13 de abril de 2023.



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Trastornos neurológicos en gatos: causas, síntomas, pronóstico y tratamiento

Ya se trate de problemas de equilibrio, dificultad para caminar, temblores o convulsiones, los problemas con el sistema nervioso de un gato pueden ser aterrado

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